Cuando el miedo manda: cómo dejar de actuar desde el ‘por las dudas’
La trampa del “por las dudas…”
Muchos emprendedores y líderes no se quedan estancados por falta de talento, ni de oportunidades. Se quedan estancados porque el miedo toma el volante sin que lo noten.
El miedo no siempre grita. A veces susurra:
- “Por las dudas, mejor no lo publico todavía…”
- “Por las dudas, no subo el precio…”
- “Por las dudas, no me expongo…”
- “Por las dudas, sigo como estoy…”
Así, decisiones importantes se patean. Ideas se enfrían. Oportunidades se pierden.
Y lo más grave: el miedo empieza a construir tu realidad sin que te des cuenta.
Este artículo es una invitación a mirar de frente al miedo. A dejar de actuar desde la precaución paralizante y empezar a decidir desde el propósito y el liderazgo personal.
1. El miedo como consejero: ¿aliado o tirano?
El miedo es una emoción básica. Nos cuida, nos protege. Pero cuando no se lo gestiona, se convierte en un tirano silencioso que filtra todas tus decisiones.
Decidir desde el miedo es:
- Elegir lo conocido, no lo deseado.
- Priorizar el control, no el crecimiento.
- Repetir lo cómodo, no lo necesario.
Reflexión clave:
El miedo no es el problema. El problema es cuando el miedo manda y vos obedecés sin cuestionar.
2. Señales de que estás decidiendo desde el ‘por las dudas’
A veces no lo notás, pero tus decisiones están guiadas por el miedo. ¿Cómo saberlo? Acá algunas señales comunes:
- Sentís alivio por “haber evitado” algo, más que entusiasmo por haber elegido algo.
- Posponés lanzamientos, conversaciones o cambios clave, pero queda sólo en propocisión.
- Tenés muchas ideas… pero las ejecutás a medias.
- Buscás validación externa antes de cada paso.
- Elegís siempre lo “seguro”, aunque no te inspire.
Estas son formas sutiles de autoengaño. El miedo se disfraza de prudencia. Y lo que parece racional… muchas veces es evasión.
3. ¿Qué hay detrás del ‘por las dudas’?
El miedo tiene raíces. No aparece solo. Generalmente está sostenido por creencias, experiencias pasadas y falta de visión a largo plazo.
Principales motores del “por las dudas”:
- Miedo al juicio: “¿Qué van a decir si…?”
- Miedo al error: “¿Y si me equivoco?”
- Miedo a no estar listo: “Tengo que prepararme más…”
- Miedo a perder: “Y si lo intento y no me sale…”
Lo que todas estas frases tienen en común es que están centradas en el riesgo percibido, no en el potencial real.
4. Cómo transformar decisiones desde el miedo en elecciones con liderazgo
Pasar del “por las dudas” al “para que lo elijo” es un acto de liderazgo personal. No se trata de ignorar el miedo, sino de escucharlo sin obedecerlo ciegamente.
Estrategias desde el coaching ontológico:
1. Nombrá el miedo
Poné en palabras lo que te paraliza. “Tengo miedo de fallar”, “Tengo miedo de que no funcione.”
Nombrar da poder. Lo no dicho te domina.
2. Preguntá: ¿esto lo elijo… o lo evito?
Antes de tomar una decisión, preguntate:
“¿Estoy eligiendo esto porque lo quiero o porque evito otra cosa?”
Esa sola pregunta puede cambiar tu manera de accionar.
3. Identificá tus creencias raíz
Muchas decisiones basadas en miedo están sostenidas por creencias limitantes como:
- “No soy suficiente.”
- “Si me equivoco, fracaso.”
- “Tengo que tener todo bajo control.”
Cuestionarlas es el primer paso para decidir con más libertad.
4. Practicá decisiones incómodas
La valentía se entrena. Cada vez que elegís algo incómodo pero coherente con tu propósito, ganás confianza real.
Pequeños actos como:
- Publicar algo que te expone.
- Hacer una oferta clara.
- Subir precios.
- Decir lo que pensás con respeto.
Son ejercicios de liderazgo personal.
5. Anclá tus decisiones al propósito
Cuando tu “para qué” está claro, el miedo no desaparece, pero pierde poder.
Preguntate siempre:
“¿Esta decisión me acerca o me aleja de la vida/liderazgo/negocio que quiero construir?”
5. El costo de decidir desde el miedo
El “por las dudas” parece inofensivo. Pero es una trampa lenta.
- Te mantiene en relaciones que no suman.
- Sostiene negocios sin alma.
- Congela proyectos con potencial.
- Te aleja de tu autenticidad.
Decidir desde el miedo te hace pequeño. Y vos no viniste a eso.
6. Decisiones que construyen liderazgo
Ser líder no es tener todas las respuestas. Es asumir la responsabilidad de tus elecciones, incluso con miedo.
Decidir con liderazgo es:
- Elegir con propósito, no desde la urgencia.
- Aceptar los riesgos como parte del camino.
- Aprender en el hacer, no esperar el momento perfecto.
- Elegir lo que te expande, no solo lo que te alivia.
Conclusión: El miedo no va a irse. Pero vos podés dejar de obedecerlo.
El miedo siempre va a estar. Pero no tiene que ser quien manda.
Cada vez que elegís desde la conciencia, desde el propósito, desde el deseo profundo… ganás poder. Ganás dirección. Ganás liderazgo.
La vida que querés no llega por azar. Llega cuando dejás de vivir desde el “por las dudas” y empezás a elegir desde el “porque me lo merezco.”
¿Te das cuenta cuántas veces elegís desde el miedo?
Si querés dejar de repetir decisiones que no te representan y liderar desde un lugar más consciente, seguí leyendo el blog, y prepárate:
Muy pronto voy a compartirte herramientas para transformar tu forma de emprender, liderar y vivir.
¿Querés ser parte del cambio?
